lunes, 27 de octubre de 2008

Bases y puntos de partida, Juan Bautista Alberdi


La obra “Bases y puntos de partida para la organización política de la Republica Argentina” de Juan Bautista Alberdi fue finalizada en el año 1852, convirtiéndose en una de las principales fuentes de la Constitución Argentina de 1853.
La caída de Rosas en febrero de 1852, incitó a acelerar las exploraciones ya comenzadas por distintos intelectuales y a traducirlas en propuestas mas precisas que en el pasado. Gracias a ello iba a completarse en menos de un año, a partir de la batalla de Caseros, el abanico de proyectos alternativos que desde antes de esa fecha divisoria habían empezado a elaborarse para cuando el país llegara a ese momento. Una de esas nuevas alternativas fue el autoritarismo progresista de Alberdi.
Recordando a Bolívar, Alberdi afirma que Hispanoamérica necesitaba por el momento monarquías disfrazadas de repúblicas. Ya en 1847 Alberdi había visto como principal mérito de Rosas su reconstrucción de la autoridad política. La solución propugnada en las Bases combina rigor político y activismo económico.
La apelación al trabajo y al capital extranjero constituye el mejor instrumento para el cambio económico acelerado que la Argentina requiere. Crecimiento económico significa para el autor crecimiento acelerado de la producción, sin ningún elemento redistributivo. Para alcanzar estos fines exitosamente hay que provocar un transplante cultural. Alberdi rechaza la cultura tradicional, que impide el cambio y la innovación y opta por otro modelo: el de los países europeos en trance de edificar una sociedad industrial que libere al hombre de la servidumbre de la naturaleza. Según él, un cambio de tal envergadura no puede llevarse a cabo si no es inyectando desde afuera, nuevos fomentos de población que sean portadores de esos valores.
Entonces la creación de una sociedad más compleja que la moldeada por siglos de atraso colonial, deberá ser el punto de llegada del proceso de creación de una nueva economía. Esta será forjada bajo la férrea dirección de una elite política y económica consolidada en su prosperidad por la paz de Rosas y heredera de los medios de coerción por él perfeccionados, y esa elite contará con la guía de una elite letrada.
Que el avance avasallador de la nueva economía no podría tener sino consecuencias benéficas, es algo que para Alberdi no admitía duda, y esta convicción es el correlato teórico de su decisión de unir el destino de la elite letrada a la que confiesa pertenecer, con el de una elite económico-política cuya figura representativa es el vencedor de Rosas, “ese todopoderoso gobernador de Entre Ríos”.

Juan Pablo G
Fuentes:
"Una nación para el desierto argentino", Halperin Donghi.
"El orden conservador", Natalio Botana.

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